La lumbalgia es el dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda, cuyo origen tiene que ver con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral. afecta tanto a personas jóvenes, como adultas y mayores y aparece tanto en trabajos sedentarios, como en aquellos que implican un gran esfuerzo físico. Aproximadamente el 80 por ciento de la población ha tenido o tendrá alguna lumbalgia durante su vida, experimentando este dolor de espalda.
Las manifestaciones más comunes de la lumbalgia son el dolor local o irradiado, la inflamación y la presencia de contracturas musculares. Por otra parte, según el grado de afectación y compresión radicular se pueden producir alteraciones de la sensibilidad (anestesia, hipoanestesia, hiperestesia, hormigueo, etc.) y alteraciones del movimiento (paresia, parálisis, entre otras). Para su tratamiento, se comienza con un tratamiento farmacológico Se aplica en tres fases:
• Fase 1: Al principio, y especialmente si el dolor no es muy intenso y sólo afecta a la espalda -y no hay dolor irradiado a brazo o pierna-, se recomienda usar analgésicos.
• Fase 2: Si los analgésicos no son eficaces se debe valorar su sustitución por antiinflamatorios no esteroideos. En general, no se recomienda su uso más de 14 días seguidos.
• Fase 3: Si no es suficiente para controlar el dolor, el especialista deberá valorar añadir una tanda corta de relajante muscular, durante menos de 1 semana.
Actualmente para los pacientes que no han tenido buenos resultados mediante los tratamientos convencionales, existe la alternativa de utilizar ondas de choque focales para alcanzar esos focos de dolor y desinflamar en forma natural en las hernias. Es un método muy efectivo y seguro, puede llegar a tratar las zonas en que otros tipos de procedimientos no pueden alcanzar.
La aplicación de las ondas de choque produce el colágeno necesario para que las distancias discales se mantengan y las articulaciones queden lubricadas. La mayoría de los pacientes notan una mejoría a partir de la primera sesión e irá mejorando progresivamente en el tiempo, ya que los efectos reparadores siguen actuando paulatinamente durante un periodo de hasta 6 a 9 meses.
Dependiendo del grado de lumbalgia, se requiere de entre 1 a 3 sesiones para lograr la mejoría. En general en mas del 85 por ciento de las lumbalgias tiene buen pronóstico.